jueves, 2 de julio de 2009

Pisadas que tuercen tobillos.

A cada paso se marcan las pisadas,
barro dibujado con sonrisas obligadas.
Cada pintura se pisa,
cada mirada se mata,
cada susurro nos dice,
lo que muchos dentro guardan.
Sin rumbo fijo,
se sigue el camino erroneo,
pero aunque quieras seguir la flecha,
nunca podrás,
pues está equivocada.
Y siques aunque agotado,
nunca encuentras el destino,
y debajo los gusanos,
te comen la ilusión,
la esperanza de que en la meta,
podrás encontrar la salida.

1 comentario:

  1. No importa donde quede la salida, ni a cuantos metros esté la meta. Lo que importa es tener siempre lápices de colores para dibujar tu camino.

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